Lucio Arce Website
Tuesday, June 24, 2008
Sunday, June 15, 2008
De blog a blog
Siempre digo que mi público, en buena parte, se compone de gente que no se avergüenza de decir "a mí no me gusta el tango" cuando se les pregunta al respecto. Pero cuando escuchan los míos, sí les gustan. A veces me parece que voy sumando audiencia de a uno, muy lentamente. Leonardo Tarifeño es periodista cultural, trabaja en el diario La Nación y es también DJ. Escribió lo siguiente en su blog:
Una de tango
En general no me gusta el tango, no lo entiendo mucho y me aburre bastante. Sería una pedantería de mi parte restarle méritos e importancia cultural, pero a mí sencillamente me interesa poco y nada. Conozco algo y tengo mis favoritos (el “tango reo” de Edmundo Rivero, Goyeneche por supuesto, lo poco que escuché de Pugliese y de Pichuco, el Piazzolla de Suite Troileana), pero eso apenas si me confirma como un extranjero de su amplísimo universo. Detesto su postura engolada, su lirismo obvio y siempre grandilocuente, el acartonamiento musical y poético que, al menos para mí, está en su genoma. Para cantarle al (des)amor, prefiero los matices y la desnudez del bolero; y a la hora de enamorar en la pista de baile, me identifico mucho más con la coquetería del danzón.
Dicho esto, y aclarado que no soy ningún experto ni lo quiero ser, me gustaría recomendar tres discos de tango que aparecieron recientemente, y que he tenido la suerte de escuchar y disfrutar. El que más me gusta es ¿Trajiste la guitarra?, de Lucio Arce & Los del Zaguán. De profesión publicista, Arce ejerce una suerte de tango paródico, muy contemporáneo y perspicaz, con tres guitarras que suenan a viejo y unas letras en las que igual le rinde homenaje al “pibe delivery” (¡y a Martín Palermo!), critica al “hijo de diputado” o se niega a prestar los discos de Gardel. Para el tanguero fundamentalista, Arce tal vez no pase de un humorista canyengue; los que no pertenecemos a ningún ejército, nos permitimos adorar letras como la de “El pibe nos va a salvar”. Aquí va:
Tengo un pibe que la pisa, que la amasa, que la gasta
mucho más que una promesa, ya es una realidad
Y con todo ese futuro no necesito laburo
con el talento que tiene, no tendré que trabajar
Aunque sólo tiene doce, vieras cómo la descose
este viernes muy temprano lo llevo a la Capital
Vivirá el sueño del pibe, jugará en Boca o en River
y en España o en Italia ganaremo’ un dineral
Vos haceme caso a mí, te digo que es así
Dejame que yo sé
Nos vamos derechito pa´Madrid
Si ya lo veo salir al Bernabéu
Verás cómo se acaba la malaria
cuando el pibe pise el área
y vibre la popular
Y pedile al carnicero
que te fíe pa´l puchero
porque alguno de estos días
¡el pibe nos va a salvar!
Vos tenémelo sanito, meta bifes y fideos
y después a ver videos de Diego en la selección
Después lo llevo al potrero,
que haga jueguito un buen rato
con la pelota de trapo que le armé con el calzón
Aguantá, tené paciencia, si la plata no te alcanza
este pibe es la esperanza, tiene alma de campeón
Pronto vas a comprobar, cuando el mundo grite “ole”
este pibe con sus goles es calidad de exportación
Vos haceme caso a mí, te digo que es así
Dejame que yo sé
Nos vamos derechito pa´la Roma
pa’ Milán o Barcelona
o al Aletí
Verás cómo se acaba la malaria
cuando el pibe pise el área
y vibre la popular
Y pedile al verdulero
que te fíe pa´l puchero
porque yo sé que algún día
¡el pibe nos va a salvar!
Lo que yo veo en Arce es un oído bárbaro para el habla callejera, y un gran radar social con el que expresa y enaltece el pulso de la época. Un trabajo hecho a partir de un buen humor sencillo, sin complejos ni grandes pretensiones. Divertido y sensible a la vez, ¿qué más se puede pedir?
Los otros dos discos que tenía ganas de recomendar son Intimidad, de Rodolfo Mederos y su trío, y Complicidad, de Mainetti-Angeleri, pero este post ya se me hizo muy largo (y me aburriría seguirla con el tango). Lo dejo para más adelante, quizás para cuando haya un concierto de alguno de los dos.
También lo pueden ver aquí:
http://guyazi.blogspot.com/2008/04/una-de-tango.html
Una de tango
En general no me gusta el tango, no lo entiendo mucho y me aburre bastante. Sería una pedantería de mi parte restarle méritos e importancia cultural, pero a mí sencillamente me interesa poco y nada. Conozco algo y tengo mis favoritos (el “tango reo” de Edmundo Rivero, Goyeneche por supuesto, lo poco que escuché de Pugliese y de Pichuco, el Piazzolla de Suite Troileana), pero eso apenas si me confirma como un extranjero de su amplísimo universo. Detesto su postura engolada, su lirismo obvio y siempre grandilocuente, el acartonamiento musical y poético que, al menos para mí, está en su genoma. Para cantarle al (des)amor, prefiero los matices y la desnudez del bolero; y a la hora de enamorar en la pista de baile, me identifico mucho más con la coquetería del danzón.
Dicho esto, y aclarado que no soy ningún experto ni lo quiero ser, me gustaría recomendar tres discos de tango que aparecieron recientemente, y que he tenido la suerte de escuchar y disfrutar. El que más me gusta es ¿Trajiste la guitarra?, de Lucio Arce & Los del Zaguán. De profesión publicista, Arce ejerce una suerte de tango paródico, muy contemporáneo y perspicaz, con tres guitarras que suenan a viejo y unas letras en las que igual le rinde homenaje al “pibe delivery” (¡y a Martín Palermo!), critica al “hijo de diputado” o se niega a prestar los discos de Gardel. Para el tanguero fundamentalista, Arce tal vez no pase de un humorista canyengue; los que no pertenecemos a ningún ejército, nos permitimos adorar letras como la de “El pibe nos va a salvar”. Aquí va:
Tengo un pibe que la pisa, que la amasa, que la gasta
mucho más que una promesa, ya es una realidad
Y con todo ese futuro no necesito laburo
con el talento que tiene, no tendré que trabajar
Aunque sólo tiene doce, vieras cómo la descose
este viernes muy temprano lo llevo a la Capital
Vivirá el sueño del pibe, jugará en Boca o en River
y en España o en Italia ganaremo’ un dineral
Vos haceme caso a mí, te digo que es así
Dejame que yo sé
Nos vamos derechito pa´Madrid
Si ya lo veo salir al Bernabéu
Verás cómo se acaba la malaria
cuando el pibe pise el área
y vibre la popular
Y pedile al carnicero
que te fíe pa´l puchero
porque alguno de estos días
¡el pibe nos va a salvar!
Vos tenémelo sanito, meta bifes y fideos
y después a ver videos de Diego en la selección
Después lo llevo al potrero,
que haga jueguito un buen rato
con la pelota de trapo que le armé con el calzón
Aguantá, tené paciencia, si la plata no te alcanza
este pibe es la esperanza, tiene alma de campeón
Pronto vas a comprobar, cuando el mundo grite “ole”
este pibe con sus goles es calidad de exportación
Vos haceme caso a mí, te digo que es así
Dejame que yo sé
Nos vamos derechito pa´la Roma
pa’ Milán o Barcelona
o al Aletí
Verás cómo se acaba la malaria
cuando el pibe pise el área
y vibre la popular
Y pedile al verdulero
que te fíe pa´l puchero
porque yo sé que algún día
¡el pibe nos va a salvar!
Lo que yo veo en Arce es un oído bárbaro para el habla callejera, y un gran radar social con el que expresa y enaltece el pulso de la época. Un trabajo hecho a partir de un buen humor sencillo, sin complejos ni grandes pretensiones. Divertido y sensible a la vez, ¿qué más se puede pedir?
Los otros dos discos que tenía ganas de recomendar son Intimidad, de Rodolfo Mederos y su trío, y Complicidad, de Mainetti-Angeleri, pero este post ya se me hizo muy largo (y me aburriría seguirla con el tango). Lo dejo para más adelante, quizás para cuando haya un concierto de alguno de los dos.
También lo pueden ver aquí:
http://guyazi.blogspot.com/2008/04/una-de-tango.html